- En el camino de vuelta a casa pasa por la farmacia y compra un termómetro rectal de Johnson & Johnson. Tiene que ser de esa marca y ese modelo.
- Cuando llegues a casa, cierra el pestillo y descuelga el teléfono para que nadie te moleste.
- Ponte ropa cómoda.
- Abre el paquete y coge el prospecto. Léelo y verás en letra pequeña la frase: "La calidad de cada termómetro de Johnson & Johnson ha sido verificada personalmente".
- Cierra los ojos y repite al menos cinco veces en voz alta: "¡Estoy muy contento de no trabajar en el control de calidad de Johnson & Johnson!"
Y recuerda que siempre hay un trabajo peor que el tuyo.
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