Pues China ya celebró el lunes la llegada del 4707, el año del buey. Y os preguntaréis... ¿Por qué tienen esa diferencia en los años? Bueno, lo mejor será que os cuente la historia del calendario chino… ¿La sabéis? Pues dicen que un día estaba el emperador chino en su casa y le dijo a su mujer:
- Hoy no me apetece hacer de comer, ¿y a ti?
- A mí tampoco. ¿Llamamos al chino?
Y eso, le llevaron la comida del restaurante chino y cuando se la acabaron e iban a tirar la bolsa se dieron cuenta de que al fondo venía un almanaque, ese que viene con la comida. Y así se descubrió el calendario chino.
Bueno, y ahora os dejo otra noticia:
Y el vídeo os lo dejo aquí:
¡Qué golpe! ¿A que apetece verlo más de mil veces? Ponedlo todo lo que queráis antes de seguir. Y también os voy a enseñar las imágenes que he conseguido EN EXCLUSIVA de la entrevista con el protagonista justo después del número:
Y, retomando el tema, todos sabréis que el “mago” ha pasado mucha vergüenza, pero…¿Alguien se ha fijado en el ridículo que tiene que haber pasado la ayudante? Si es que hay cosas que nunca nos damos cuenta de que están ahí, están como en segundo plano. Y además por todas partes. Por ejemplo, a la hora de escribir. Yo desde aquí pregunto a la RAE: ¿por qué está la letra H? Si no la pronunciamos… Y en la televisión también hay cosas que nunca se tienen en cuenta. Por ejemplo, esa persona que sale en la tele escalando una montaña o por el Polo Norte, que dice que está solo, que como le pase algo nadie le va a poder ayudar… MENTIRA. Por detrás tiene a un cámara muerto de frío acordándose de toda la familia del que dijo que iban a subir una montañita. ¿Alguien se preocupa por ellos? Si una vez llevaba hasta al peluquero al Polo Norte. Que bueno, no le sirvió de mucho… Y eso, solo pensamos en ellos cuando pasan cosas como ésta:
¿A que ahora si os acordáis del cámara, eh?
Otra cosa que está en segundo plano en la tele es el público: esas personas que cuando tienen que cantar cantan, cuando están los politonos se ponen todos a bailar… Y siempre hay alguien que sobresale entre todos. Porque parece como una competición, a ver quién hace la mayor tontería para salir por la tele. Pero en los programas de humor hay alguien del público que, aunque no lo quiera, siempre se escucha: esa mujer mayor, “ancha” y con el pelo medio rizado hacia arriba… Que eso parece como el pelo estándar para las mujeres mayores. Creo que se les pone solo. Y, por otra parte… ¿Cuánta laca gastarán para ponerlo así? Dicen que el agujero de ozono se creó un día en el que todas se peinaron así a la vez… Bueno, que me voy por las ramas. Estaba diciendo que siempre destaca esa mujer con una risa ruidosa, que parece que le va a pasar algo mientras se ríe y va botando de arriba a abajo y de alante a atrás. Y no sé cómo lo hace para que siempre se escuche. No falla. Un día una de esas personas se reía tan fuerte que estaba en Andalucía y tuvieron que parar un programa de la televisión gallega porque no podían seguir por el ruido. Era impresionante.
Otra cosa que está en segundo plano en la televisión son los notarios. No hacen absolutamente nada, y cuando llega el momento… es solo para decir si una carta es verdadera o no, o si se ha batido un récord… ¿Y qué es lo que esperan, que se levante el notario y diga: “¡no doy fe, esta carta es falsa!” o “¡aunque lo hayáis visto millones de personas, no se ha batido el Guinness!¡Y me da igual que se haya comido quinientos bocadillos de polvorones sin beber agua en un minuto!”? Y, ya hablando fuera de la televisión, hay otras cosas que nunca nos damos cuenta de que están ahí. Por ejemplo, los guardaespaldas. Siempre con la mano en la oreja y hablando solos… ¿Qué dirán? Yo me lo imagino diciendo: “Cariño, te he dicho mil veces que no me llames por el pinganillo. Sí, estoy bien. Sí, filete con patatas… No tardaré...”
Pues bueno, si os apetece reíros un rato, este es vuestro sitio. ¡Bienvenidos a mi blog!
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